Domingo XV del ordinario (año C).

10 de julio 2022.
( ... y excepto el salmo, los días
anteriores en esa semana).


Cantos de entrada


C00031

¡Qué alegría cuando me dijeron!. (Salmo 121).

CCL.


¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»!

Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta.

Allá suben las tribus, las tribus del Señor.

Según la costumbre de Israel a celebrar el nombre del Señor;

en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén: vivan seguros los que te aman,

haya paz dentro de tus muros, en tus palacios seguridad.

Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: «La paz contigo».

Por la casa del Señor, nuestro Dios, te deseo todo bien.


Salmo 68 (R.: 33)

Buscad al Señor y vivirá vuestro corazón.


Canto de  comunión.


C00173

GUSTAD Y VED (F. Pa lazón)


Gustad y ved qué bueno es el Señor,

dichoso el que se acoge a Él.

La palabra del Señor es sincera

y todas sus acciones son leales,

Él ama la justicia y el derecho

y de su amor está llena la tierra.

El Señor es fiel a sus palabras,

bondadoso en todas sus acciones,

cerca está Él de aquellos que lo invocan

y lo buscan de todo corazón.

o bien


C00224

Te conocimos, Señor.

Joaquín Madurga.


Andando por el camino te tropezamos, Señor,

te hiciste el encontradizo, nos diste conversación.

Tenían tus palabras fuerza de vida y amor,

ponían esperanza y fuego en el corazón.

Te conocimos, Señor, al partir el pan.

Tú nos conoces, Señor, al partir el pan.

(bis)

Llegando a la encrucijada, Tú proseguías, Señor,

te dimos nuestra posada, techo, comida y calor;

sentados como amigos a compartir el cenar,

allí te conocimos al repartirnos el pan.

Andando por los caminos te tropezamos, Señor,

en todos los peregrinos que necesitan amor;

esclavos y oprimidos que buscan la libertad,

hambrientos, desvalidos, a quienes damos el pan.


Canto de salida


C00267

Salve, Regina.


Salve, Regina, Mater misericordiæ,

vita, dulcedo, et spes nostra, salve.

Ad te clamamus exsules filii Hevæ,

Ad te suspiramus, gementes et flentes

in hac lacrimarum valle.

Eia, ergo, advocata nostra, illos tuos

misericordes oculos ad nos converte;

Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,

nobis post hoc exsilium ostende.

O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria.


Use este código para ayudar a su vecino de banco a encontrar esta página